Otro al que se la pela todo

Buenas...

Soy Jorge, camarero de un restaurante céntrico. Me ha pasado ya varias veces pero en esta ocasión no desperdiciaré la oportunidad que se me brinda de comentarlo.

Tenemos una barra de tapas bastante extensa y todo a mi parecer muy bien elaborado.

Vinieron este finde un grupete de amigos a la barra y no quisieron escoger las tapas, me dijeron que sacase un surtido de lo que yo quisiera.

Cuando ya se han comido más de la mitad me dice uno que si no habrá algo que lleva avellana.

Que es muy alérgico a la avellana.

Y yo le dije "Compadre, ya te puedes ir tomando el Urbasón", el romescu lleva avellana. Y bastante.

Amigo alérgico, suicídate en tu casa, no en mi bar

Por supuesto le empezó a picar la lengua, y a agobiarse un montón.

Comprendo a todas las personas que tienen alergias pero... si no avisan en los restaurantes...sinceramente...en fin.

Se marcaharon a urgencias. No sé su nombre ni su número pero como vuelva otra vez y no avise de su alergia, le vuelvo a meter el romescu.

Para que espabile. ( No hombre, esto es broma )

Ya me ha tocao el listo...

Hola Sauron, soy Alberto. Tengo un restaurante en Zaragoza.

Aquí la reserva me la hizo un tal Jorge pero no tengo ni idea de si de si fue él el listillo de la mesa.

El número del susodicho era 655***341.

Me pidieron una botella de "Rioja Reserva". Cuando mi camarera le preguntó que qué tipo de Rioja le gustaba, le contesta el mendrugo que qué más daba con tal de que fuese un "Rioja Reserva"

Ahí ya se ve el conocimiento sobre el vino que tiene el amigo...

Hay muchos de estos !!

Se le dio a escoger entre un Marqués de Cáceres y un Beronia.

Se quedó con este último pero solo para estar criticándolo durante todo el servicio.

Este vino es un clásico con algo de Graciano y Mazuela y casi todo Tempranillo. Un clásico.

Devolvió la botella cuando le quedaba la mitad alegando que "sabía mucho a madera".

Cometimos el fallo de volver a sacarle otra botella porque ya se veía que era el espabilado de la mesa y no quería mas que resaltar. El vino estaba en perfecto estado.

La segunda botella se la bebieron casi entera. Dijo el notas que esa estaba buena.

Me terminé el culillo que quedaba para cenar al final del servicio. 

Las dos botellas estaban igual, por supuesto.

16 euros a la basura. Con dos cojones.

Nos tendríamos que juntar todos los hosteleros y hacer algo contra estos listos.

Ni voy, ni aviso. Javier, el cliente pasota

El cliente pasota es uno de los varios tipos de peligro que podemos encntrar.

Es más peligroso en restaurantes pequeños, con pocas mesas, pues ese te puede joder la semana.

Así como suena.

Y a él...se la pela. Así, como suena también.

Y nosotros esperando. Como idiotas

Vamos a pasar a comentar el caso del Domingo pasado.

Domingo 11 de Enero. Reserva para cenar a las 22:30 horas.

A nombre de Javier.

Con número de teléfono 600***518

Eran las 23:15 y la mesa no había dado señales de vida. Ni vinieron, ni avisaron ni nada de nada y el tema es que al amigo Javier desde luego, se la traemos completamente floja los hosteleros.

Por supuesto le llamamos por teléfono pero como era de esperar Javier, además de cumplir el perfil del cliente pasota, complementa a su vez el del cliente cobarde. No lo cogió. 

Y mira que insistimos ¿eh?

Nada, solo te llamábamos Javier, para que nmos dieras permiso para irnos ya a casa, a ver a nuestros hijos. Para que nos dijeras que no hacía falta que te esperásemos toda la noche.
Mucho ojito con este pájaro cuando os llame para reservar.

Por cierto Javier...a pastar.